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Estoy en el Infierno (オレは地獄に居る, Ore wa Jigoku ni Iru) es el episodio #345 del anime Naruto: Shippūden.

Resumen[]

Kakashi Icha Icha Aviso: Esta sección del artículo revela parte de la trama de la serie que tal vez no quieras saber.

Obito se encuentra aburrido mientras conversa con Zetsu Remolino y con uno de los clones del Zetsu Blanco. Ellos le comentan que son seres artificiales y no poseen las necesidades básicas de los humanos, como comer o ir al baño. Zetsu Blanco comenta que Madara les encargó supervisar y ayudar durante la rehabilitación de Obito hasta que se recupere por completo y pueda serle útil. Además, le comentan que, en ese lugar, no hay salida y se quejan de que Obito siempre habla de una tal Rin y de un "Tontokashi", lo cual apena al Uchiha. Los vigilantes le cuentan un poco más acerca de los planes de Madara, los cuales consisten en crear un mundo de sueños en donde todo es posible y la paz reina.

Obito se dispone ayudar a sus amigos, así que comienza con su rehabilitación, logrando dominar, poco a poco, su parte implantada, al mismo tiempo que recuerda sus tiempos con su equipo (especialmente, sus momentos con Rin). Después de un buen tiempo, aparece Zetsu Blanco en la guarida y revela que Kakashi y Rin se encuentran en problemas, así que Obito trata de salir de allí para ayudar, pero le resulta imposible debido a su estado. Zetsu Remolino se ofrece ayudarlo mientras comienza a abrir su cuerpo hasta equiparlo encima de Obito a modo de armadura. Gracias a esto, fue capaz de derribar la roca que bloqueaba la salida y se dirigió a su destino.

Kakashi y Obito despiertan el Mangekyo Sharingan

Kakashi y Obito despiertan el Mangekyō Sharingan.

Durante su recorrido, Obito comienza a tener visiones borrosas respecto a Rin y se preocupa por que que haya problemas. Al llegar, Obito presencia cómo Kakashi se encuentra atravesando a Rin con su Chidori, lo que provoca su tristeza y, al mismo tiempo, el despertar del Mangekyō Sharingan de ambos shinobis. Kakashi cae desmayado mientras que Obito se lanza con furor hacia los ANBU de Kirigakure, atravésandolos con su Kamui y asesinándolos con crecimientos de ramas y raíces. Finalmente, Obito se encuentra rodeado por un panorama rojo en un torrente de sangre y shinobis destrozados alrededor mientras observa a Rin y asegura que está viviendo en el infierno.

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